1. A Dios le importa más nuestra manera de ser que nuestra apariencia física.
Meditación de 1 SAM. 16, 1B. 6-7. 10-13A.
En nuestras sociedades, los personajes más importantes destacan por su poder, sus riquezas y su prestigio, pero para Dios, los hombres y mujeres más destacables, son aquellos que cumplen su voluntad. Nuestra apariencia física es muy importante, pero no le dice a nadie nada respecto de la fe que profesamos ni de nuestros valores. ¿Nos ocupamos en fortalecer nuestro espíritu tal como lo hacemos en tener un buen status social y en cuidar nuestro cuerpo?
José Portillo Pérez
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